Saca lo mejor de ti en una competición de natación: trucos y consejos que siempre me funcionan

Nadadora en camra de salidas en una competición de natación

Llega el momento. Estás en cámara de salidas, la piscina delante, la adrenalina a tope. Has entrenado durante semanas, incluso meses, para esto. Y aun así, justo antes de una competición de natación, es fácil que te entren las dudas: ¿saldrá bien? ¿y si fallo? ¿y si no consigo mi marca?

A lo largo de los años, he aprendido que el rendimiento en competición no depende solo de cuánto hayas entrenado, sino de cómo estés mentalmente cuando te toca competir. Por eso quiero compartir contigo algunos trucos que a mí me han ayudado a dar lo mejor de mí cuando más lo necesitaba.

1. Conviértelo en rutina: los nervios se doman con hábitos

Antes de cada competición de natación, sigo siempre el mismo ritual. Me ayuda a centrarme y a calmarme. Para mí es: música, calentamiento suave, ponerse l fast exactamente 40 minutos antes, un par de visualizaciones y una frase que me repito (“Hoy toca disfrutar”). Parece una tontería, pero repetir un patrón hace que tu cabeza se sienta en terreno conocido, aunque el lugar sea nuevo.

2. Visualiza antes de lanzarte

Visualizar tu prueba antes de competir cambia todo. Me siento, cierro los ojos, y veo cada tramo: cómo entro al agua, cómo nado el primer 50, cómo acelero el viraje. Si mi mente lo hace bien, el cuerpo lo sigue. Esto es algo que aprendí más tarde de lo que me gustaría, pero que ahora no perdono.
Puedes leer más sobre cómo funciona la visualización en el deporte para mejorar el rendimiento mental.

3. Respira, literal y mentalmente

Tres respiraciones profundas, lentas. Es lo primero que hago si me noto acelerado. Ayuda al cuerpo a salir del “modo alerta” y volver al “modo rendimiento”. Esto vale para antes de una serie dura… y más todavía antes de una final. En este artículo de la Fundación Española del Corazón explican cómo respirar ayuda a reducir el estrés físico y mental.

4. Recuerda por qué estás ahí

En medio de una competición de natación, a veces se nos olvida que estamos ahí porque lo hemos trabajado. No estás ahí por casualidad. A mí me ayuda recordar todos los entrenamientos, todas las veces que no me rendí. Y eso me da confianza real, no falsa motivación.

5. Acepta los nervios, no luches contra ellos

Durante años pensé que estar nervioso era malo. Ahora sé que es buena señal: significa que te importa. Lo importante es cómo los usas. Si los canalizas, te activan. Si los combates, te desgastan. Yo aprendí a dejar que estén ahí… pero sin dejar que manden.

6. No pienses en el resultado, piensa en la acción

Una de las mejores cosas que me enseñaron fue: “No pienses en ganar, piensa en nadar.” Cada vez que me obsesiono con el tiempo o con los rivales, rindo peor. Cuando solo pienso en hacer bien cada tramo, cada detalle, el resultado viene solo.

7. Disfruta. Sí, aunque sea una competición.

Esto no es fácil, pero cuando lo consigues, lo cambia todo. Cuando disfruto nadando, nado mejor. Cuando sonrío antes de tirarme, salgo más fuerte. La competición de natación es exigente, sí, pero también es un privilegio. Estás ahí. Tienes una oportunidad. Aprovéchala.

Conclusión: compite contigo, no contra ti

Sacar lo mejor de ti en una competición de natación no es cuestión de suerte ni solo de entrenamiento físico. Es también tener la cabeza en su sitio, confiar en ti mismo y estar presente. Yo no soy el mejor nadador del mundo. Pero cuando mi mente está bien, nado como si lo fuera. Esa es una de las cosas que más he aprendido desde que formo parte del Club Natación Ciudad de Santiago: aquí no solo se entrena el cuerpo, también la actitud. Y eso, cuando llega el momento de competir, marca la diferencia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
Scroll al inicio