Cómo nadar más rápido: técnicas, fuerza y hábitos que marcan la diferencia

Nadar más rápido no es solo una cuestión de fuerza bruta. Si llevas tiempo en la piscina y te has estancado en tus tiempos, o si simplemente quieres sentirte más ágil y ligero en el agua, necesitas un enfoque más completo.

La velocidad en natación depende de varios factores: tu técnica, tu fuerza, tu alimentación y tus hábitos de vida. En este artículo te explicamos cómo nadar más rápido desde todos los ángulos, con consejos prácticos que puedes aplicar desde hoy.

Desde el Club Natación Ciudad de Santiago, donde entrenamos a nadadores de todas las edades y niveles, te compartimos una guía clara y efectiva para que mejores tu velocidad sin desgastarte innecesariamente.


nadador nadando a mariposa aplicando tecnica sobre como nadar mas rapudo

1. La eficiencia lo es todo

¿Alguna vez te has fijado en esos nadadores que avanzan más rápido con menos movimientos? Eso es eficiencia. Y es, sin duda, la base de cualquier mejora.

¿Qué es la eficiencia en natación?

Es la capacidad de recorrer más distancia con menos esfuerzo. Cuando eres eficiente, cada brazada te impulsa más, cada patada estabiliza sin desperdiciar energía, y tu cuerpo se desliza sin fricción innecesaria.

¿Cómo mejorarla?

  • Cuenta tus brazadas por largo: un indicador claro. Si reduces ese número sin perder velocidad, vas por buen camino.
  • Trabaja el deslizamiento: no encadenes brazadas sin pensar. Extiende, desliza y luego impulsa.
  • Mantén el cuerpo alineado: cabeza neutra, caderas altas y piernas alineadas. La resistencia al agua baja en cuanto mejoras tu postura.

2. Técnica: el gran multiplicador

Una buena técnica no solo te hace más rápido, también reduce el riesgo de lesiones y te permite entrenar más.

Evalúa tu estilo

Grábate desde el lateral y desde arriba. Observa si:

  • Tu cuerpo está horizontal o con las caderas hundidas.
  • Tus brazadas cruzan la línea media.
  • La patada es fluida o muy agitada.
  • Tu recobro es relajado o tenso.

Incluso nadadores experimentados encuentran errores cuando se ven desde fuera.

Corrige con ejercicios específicos

  • Con aletas: mejora la posición corporal y la sensación de velocidad.
  • Con palas: mejora la percepción de tracción y fuerza aplicada.
  • Con snorkel frontal: enfócate en la alineación sin preocuparte por respirar.

No basta con nadar mucho: hay que nadar bien.


3. La fuerza se entrena en seco

El trabajo fuera del agua es clave si quieres nadar más rápido. Cuanto más fuerte seas —especialmente en el tren superior y el core—, más potencia tendrás para cada brazada.

Ejercicios recomendados

  • Dominadas: desarrollan la espalda y el agarre.
  • Flexiones y planchas: fortalecen el core y el control postural.
  • Remo con mancuernas y press militar: ideal para hombros, deltoides y dorsales.
  • Sentadillas y zancadas: no descuides las piernas, que estabilizan y ayudan en los virajes.

Entrena al menos 2 veces por semana fuera del agua. No necesitas un gimnasio caro: con tu peso corporal o material básico es suficiente para progresar.


4. La alimentación impulsa tu progreso

No se puede rendir al máximo si el cuerpo no está bien alimentado. Si te preguntas cómo nadar más rápido y entrenas a menudo, necesitas tener claro qué, cómo y cuándo comer.

Claves básicas:

  • Carbohidratos complejos para tener energía.
  • Proteínas para reparar y desarrollar músculo.
  • Grasas saludables para funciones hormonales y recuperación.
  • Hidratación constante, no solo antes o después del entrenamiento.

Evita nadar en ayunas sin control. Considera consultar a un nutricionista deportivo si compites o entrenas de forma intensa varias veces por semana.


5. Descanso, hábitos y mentalidad

Hay nadadores que hacen todo bien… menos descansar. El sueño y la recuperación son tan importantes como el entrenamiento.

¿Qué deberías cuidar?

  • Dormir 7–9 horas al día. El cuerpo se repara mientras duermes.
  • Evitar el estrés crónico. Impacta en la recuperación y concentración.
  • Escuchar a tu cuerpo. Si estás agotado, forzar solo te hace más lento.

Nadar más rápido también es saber cuándo bajar el ritmo, cuándo apretar y cuándo parar.


6. Motivación y constancia

No te obsesiones con nadar más rápido de un día para otro. El progreso real se construye semana a semana. Lleva un diario, apunta tus tiempos, valora lo que ya has logrado y, sobre todo, disfruta el proceso.

Rodéate de gente que te motive, entrena con un equipo si puedes, y no subestimes lo mucho que mejora uno cuando está bien acompañado. En el Club Natación Ciudad de Santiago lo vemos cada temporada: cuando el entorno es positivo, el rendimiento sube.


Conclusión

¿Cómo nadar más rápido? La respuesta no está en entrenar más, sino en entrenar mejor. Técnica depurada, fuerza funcional, buena alimentación y descanso. Esa es la fórmula.

Cada pequeño cambio cuenta. No subestimes el impacto de mejorar tu postura, dormir mejor o ajustar tu alimentación.

Y si quieres avanzar de verdad, te animamos a entrenar con nosotros. En el Club Natación Ciudad de Santiago te ayudamos a dar el siguiente paso con entrenadores que saben lo que hacen, un ambiente motivador y programas adaptados a todos los niveles.

Empieza hoy. Nada mejor. Nada más rápido.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
Scroll al inicio